Generaciones


Primera Generación

En esta generación se dio una gran prioridad al tratamiento de enfermedades infecciosas, lesiones sépticas y a la aplicación de antibióticos. Era indispensable el tratamiento eficiente tanto de las afecciones como de los materiales.La primera generación se caracteriza por el empleo de materiales biotolerables, tales como el acero inoxidable, las aleaciones de CoCr y el polimetilmetacrilato (PMMA), estos forman un tejido fibroso que aísla al implante del entorno e impide su estrecha unión con el hueso.

Pinchando en las siguientes categorías puede obtenerse información sobre cada uno de los tipos de materiales que componen esta generación.

Segunda Generación

Tras la guerra fría y con un considerable aumento de la esperanza de vida global, se hace prioritario el uso de materiales que tengan poco rechazo en el organismo y que tengan el menor número de efectos secundarios y la mayor durabilidad posible. Esta generación se extiende desde 1980 hasta los 2000 y se caracteriza por el desarrollo de biomateriales bioactivos (vidrios bioactivos de silicio y la hidroxiapatita) y biodegradables (polímeros y materiales compuestos), con capacidad para interaccionar con proteínas del medio que rodean al material, permitiendo una integración del tejido en la superficie del material. Como ninguno de los metales utilizados en el diseño de prótesis son bioactivos per se, dentro de esta segunda generación destacan metales con superficies recubiertas con cerámicas bioactivas y las modificaciones en la superficie para inducir la adhesión de proteínas. Durante esta segunda generación, también destacan los materiales bioabsorbibles, como los polímeros biodegradables.

En este periodo es donde se acuña la definición aceptada por consenso de biomaterial: material no viable con el que se fabrica un dispositivo médico que interacciona con sistemas biológicos (Williams, 1987). El mismo autor también define un concepto muy importante, que es la biocompatibilidad: capacidad de un material para cumplir una función determinada con una respuesta adecuada del huésped en una aplicación específica (Williams, 1987).

Igual que hicimos con la generación anterior, vamos a especificar los avances y mejoras que se introducen en cada uno de los tipos de materiales en esta generación: 

Tercera Generación

Los biomateriales de la tercera generación están diseñados teniendo en cuenta que van a estar en contacto con tejidos vivos y que las propiedades de superficie de dichos materiales, tales como la topografía, la carga superficial y todos los aspectos relacionados con la química de sus superficies, son fundamentales para una respuesta positiva cuando dicho material se ponga en contacto con los tejidos vivos. Esto conlleva una funcionalización adecuada de las superficies libres de dichos biomateriales para facilitar la adherencia, proliferación y diferenciación celular en condiciones óptimas.

La implantación de un dispositivo en el organismo humano, requiere que se garantice su total reconocimiento por parte del complejo sistema fisiológico. Las superficies de los biomateriales pueden ser hidrófilos o hidrofobos.

Esta la propiedad que condiciona que las proteínas sean absorbidas por la superficie del material en cuestión, lo cual está directamente relacionado con la tolerancia del organismo al material.

Los materiales se van a dividir en:

Cuarta Generación

Los biomateriales de cuarta generación combinan la alta funcionalidad con el auge de nuevos avances multidisciplinares que nos aproximan cada vez más a la síntesis de materiales que no sólo se adaptan al cuerpo humano, sino que lo imitan notablemente.

Además de una mejora en lo referente al desarrollo de aquellos materiales ya expuestos en las anteriores generaciones, actualmente nuestro punto de mira se encuentra sobre dos campos en auge que arrojan algo de luz sobre el futuro de los biomateriales. Estos son la nanomedicina y la biomimética.



Comentarios

Publicar un comentario