Materiales específicos (Cuarta generación)


Las tendencias en biomateriales están centradas fundamentalmente es matrices para la medicina regenerativa, que deben ser biocompatibles y funcionales, y capaces de promover regeneración celular de forma diferenciada para cada aplicación. Sistemas de liberalización controlada, tales como gelificación o encapsulación de moléculas o células con actividad terapéutica incluido el uso de micro y nanopartículas. Sistemas de cultivo y validación, donde se incluyen los soportes para cultivo celular o tisular en la fabricación de material de ingeniería de tejidos. Producción de ortobiológicos, esto es, sistemas bacterianos modificados genéticamente para la producción y ensamblaje de unidades polipeptídicas que se repiten y producen materiales de origen biológico. Superficies bifuncionales, esto es, materiales modificados para albergar componente biológico, como por ejemplo sangre y enzimas, sin contaminar órganos artificiales y dispositivos de diagnóstico. Por último, aplicaciones biónicas, es decir, los implantes de materiales tradicionales, bien mejorados o fabricados con nuevos diseños y materiales.

Como corolario de lo expuesto, es de manifestar que un aspecto importante a destacar es que los biomateriales empezaron siendo materiales industriales a los que se les pedía que cumplieran con ciertos requisitos de biocompatibilidad; pero en la actualidad se diseñan, fabrican y procesan muchos biomateriales con el único fin de que tengan una aplicación en el campo médico, es decir, cada biomaterial se sintetiza y elabora, específicamente, para cada sistema o aparato médico. Actualmente, se utilizan sistemas informáticos para el diseño de implantes que permite la fabricación de, por ejemplo, prótesis desarrolladas en función del estado en que se encuentra el paciente y/o del tipo de fractura que se trata, y se llevan a cabo modelados y simulaciones numérica del comportamiento de órganos, para posibilitar el desarrollo de nuevos y mejores implantes. Si bien estos hechos no son nuevos en el campo de la ingeniería, le dan una enorme versatilidad e interés al campo de los biomateriales; campo que, en constante evolución, ofrece excelentes oportunidades para el desarrollo de nuevos sistemas y la expansión de las aplicaciones actuales. Sin embargo, esto requiere estudios de investigación avanzados para definir los verdaderos límites o las propiedades necesarias para la sustitución de tejidos con fiabilidad a largo plazo. El trabajo en el campo de los biomateriales implica necesariamente un trabajo coordinado entre expertos de distintas áreas de conocimiento (químicos, físicos, ingenieros, médicos, odontólogos, etc.). Sin esta coordinación, absolutamente imprescindible, no se podría alcanzar el objetivo final del biomaterial, que requiere la realización de muchas etapas, que se inicia con la fabricación del material a utilizar, se sigue con el procesado y su control tanto de calidad como biosanitario, y se finaliza con la aplicación clínica y seguimiento de la misma. Como se mencionó anteriormente, para cada necesidad hay que diseñar y fabricar un biomaterial específico y la selección de expertos será diferente. A pesar de las dificultades surgidas y de los innumerables fracasos asociados, es de esperar que la ciencia de los biomateriales continúe expandiéndose y, para ello, tiene que superar una enorme cantidad de desafíos ingenieriles, algunos de los cuales son el desarrollo de nuevos materiales, en especial los poliméricos y los compuestos; la aplicación de la nanotecnología en el campo de los biomateriales; el diseño de superficies que asegure que un implante sea biocompatible y que quede correctamente fijado al organismo (para evitar su extracción temprana); el desarrollo de sensores y órganos artificiales, etc. Estos ejemplos pueden servir como estímulo para futuras investigaciones que conduzcan a una nueva dimensión en la ciencia de los biomateriales en el futuro.

Polímeros.

Polietileno.

La investigación presente y futura del grupo está ligada principalmente a la utilización del carbono con distintas morfologías en la mejora del polietileno. Una de estas nuevas líneas consiste en la obtención de materiales compuestos con matriz de polietileno y tres reforzamientos diferentes. El primero de ellos es el refuerzo con fibras de carbono, que son biocompatibles. Esta modificación ya se introdujo hace tiempo sin resultados positivos. Sin embargo, la evaluación actual de las prótesis retiradas indica que los fallos ocurridos estaban relacionados, no tanto con las propiedades intrínsecas de ambos materiales, sino con los procesos de conformado empleados en aquella época y que actualmente están optimizados.

La segunda propuesta se basa en el refuerzo con nanotubos de carbono, y en la aplicación de la radiación y de su funcionalización para obtener una adhesión adecuada con la matriz para obtener una mayor transferencia de la carga. La tercera vía consiste en obtener un homocompuesto, reforzando el polietileno con fibras de polietileno de uso médico, que presentan un grado de cristalinidad mayor y mejores propiedades mecánicas. Todas estas modificaciones están destinadas a mejorar las prestaciones del polietileno que actúa en las zonas articulares.

El GBM participa también en un proyecto Consolider, formado por quince grupos de toda España, para investigar en la modificación de las superficies de los materiales, y más concretamente en su funcionalización para aplicaciones biomédicas. El objetivo de esta investigación consiste en eliminar el desgaste posterior que se produce, no en las zonas articulares, sino en aquellas donde el polietileno se fija a otros componentes, y que por los micromovimientos entre ellos se produce también desgaste. La propuesta es el recubrimiento del polietileno con diamante parecido al carbono (DLC) aplicado con técnicas de deposición química y física en fase vapor. Se trata de buscar las características adecuadas de espesor, adhesión y homogeneidad de estas capas de DLC que proporcionen mayor resistencia al desgaste, bajo coeficiente de fricción y unas buenas propiedades mecánicas en los componentes de polietileno.

Polisiloxano.

Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Estados Unidos crearon un polímero de silicona que actúa como una “segunda piel invisible” capaz de replicar las propiedades de una dermis joven al mejorar temporalmente la hidratación y reducir la apariencia de arrugas y ojeras.

El llamado polímero de polisiloxano se creó usando moléculas de silicona y oxígeno como base. Éste se adhiere a la dermis y se caracteriza por ser elástico, transparente y tener larga duración. Además, la capa es imperceptible a la vista e imita los mecanismos de una piel joven.

Aunque actualmente esta tecnología está siendo estudiada como un producto cosmético comercial que se perfila como una opción a la cirugía estética (pero sin riesgos asociados), los científicos esperan que finalmente pueda usarse para ofrecer protección contra la radiación solar y mejorar medicamentos que tratan enfermedades de la piel como dermatitis o eccema.

Según la revista Nature Materials, se realizaron varios ensayos en personas para probar la efectividad y seguridad del polímero de polisiloxano y se descubrió que al aplicarlo en el área donde se forman las ojeras ejerce una fuerza compresiva constante que aprieta la piel durante al menos 24 horas y, en general, quienes usaba la “segunda piel invisible” perdían menos agua que quienes recurrían a un producto comercial de gama alta.



Policaprolactona (PCL)

La policaprolactona (PCL) es un poliéster alifático biodegradable con un bajo punto de fusión de alrededor de 60°C y una temperatura de transición vítrea de alrededor de -60°C. Es obtenido a partir de la polimerización de la caprolactona.

La PCL es degradada por hidrólisis de sus vínculos ésteres en condiciones fisiológicas (tales como en el cuerpo humano) y por lo tanto ha recibido una gran atención para su uso como un biomaterial implantable. En particular, es especialmente interesante para la preparación de dispositivos implantables de largo plazo, debido a su degradación, que es incluso más lenta que la de polilactida. la PCL ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) en aplicaciones específicas utilizadas en el cuerpo humano como, por ejemplo, un dispositivo para suministro de fármaco, sutura (vendido bajo la marca Monocryl) o barrera de adhesión. El Monocryl es una sutura quirúrgica sintética y absorbible, fabricada y patentada por Ethicon Inc. Se compone de poliglecaprona 25, que es un copolímero de glicólida y Ɛ-caprolactona. La biocompatibilidad de la PCL ha sido muy estudiada, especialmente del Capronor que es un dispositivo anticonceptivo válido durante 18 meses. El agente activo es el progestágeno levonorgestrol, se presenta en cápsulas sub-cutáneas que se colocan por medio de una cirugía menor. Se ha demostrado que el polímero no es tóxico, excepto por una pequeña irritación en el lugar del implante. Láminas de policaprolactona también son utilizadas como bolus (equivalente a tejido ceroso colocado en la superficie de la piel) en radioterapia para homogeneizar o modular el rango de la dosis de radiación de haces externos. Como las láminas de PCL se ablandan con agua caliente y se vuelven moldeables, se pueden aplicar en áreas difíciles como pared torácica, nariz, parótida o cualquier superficie anatómica irregular.

El gel de micro esferas de PCL, reabsorbible, biocompatible, se aplica mediante una microinyección, lo que lo convierte en un procedimiento médico no quirúrgico.

Las últimas técnicas de cultivo in vitro de tejidos usan el polímero policaprolactona para crear una estructura de andamiaje óptima para el desarrollo y maduración de condrocitos para crear tejido cartilaginoso.

Biomateriales inteligentes.
El progreso que recientemente han tenido las tecnologías relacionadas con los nanomateriales ha abierto nuevas perspectivas en el desarrollo de biosensores, pues la incorporación de estos conduce a una mejora de las prestaciones de los dispositivos tecnológicos.
Entre los nanomateriales más utilizados para este fin destacan las nanopartículas metálicas, el grafeno y los nanotubos de carbono. Las nanopartículas de diamante, un material perteneciente a la familia de los nanomateriales de carbono, presentan un amplio abanico de propiedades que resultan ventajosas para la fabricación de biosensores: pueden producirse a gran escala y adquirirse a un precio moderado, son de fácil manejo y, además, son altamente biocompatibles y de naturaleza no tóxica. Estas dos últimas características resultan importantes de cara a desarrollar dispositivos compatibles con la química sostenible.
Sin embargo, a pesar de estas propiedades, hasta el momento las nanopartículas de diamante no habían sido prácticamente utilizadas para el desarrollo de biosensores.
Carbono
Nuevo biosensor basado en nanopartículas de diamante:
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid han desarrollado un biosensor enzimático que, gracias a la incorporación de partículas de diamante, logra determinar con una gran sensibilidad concentraciones de lactato en alimentos y muestras médicas. El lactato es la forma ionizada del ácido láctico y sus estudios son de interés en campos como la biomedicina y la alimentación.
Investigadores del departamento de Química Analítica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en colaboración con el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid, han demostrado la utilidad de emplear nanopartículas de diamante en el desarrollo de biosensores para la determinación de lactato.
El lactato es una sustancia importante en campos como la medicina o la industria alimentaria, donde su concentración puede relacionarse, por ejemplo, con desórdenes clínicos o con la frescura y estabilidad de ciertos alimentos. Aunque actualmente existen en el mercado métodos para su determinación, la mayoría presenta importantes inconvenientes, como la necesidad de realizar un tratamiento de la muestra antes del análisis o la utilización de instrumentación costosa, no siempre al alcance de todos los laboratorios.
El nuevo biosensor de lactato, descrito en la revista Bioelectrochemistry, además de utilizar una instrumentación muy sencilla, permite realizar mediciones directamente en la muestra, sin necesidad de un pretratamiento, lo que acorta sustancialmente el tiempo de análisis.
“Una de las principales ventajas de este biosensor es que logra la detección electroquímica de lactato a un potencial más bajo de lo que es habitual, lo que mejora la selectividad del dispositivo”, explican los autores del trabajo.
“La presencia de partículas de diamante de tan solo cuatro nanómetros de diámetro confiere además una gran estabilidad al dispositivo. Al cabo de 30 días de almacenamiento, la señal disminuye únicamente un 2% respecto a la inicial. En cambio, cuando el dispositivo no incorpora las nanopartículas de diamante, la disminución es del 50%”, agregan los investigadores.
El biosensor desarrollado permitió cuantificar concentraciones de lactato en una matriz compleja como es el vino. Es previsible así mismo que permita analizar otras muestras como sangre donde además el lactato se encuentra en concentraciones más bajas.
Grafito
La propiedad física del magnetismo se ha asociado históricamente con metales como el hierro, níquel y cobalto, sin embargo, el grafito - un mineral orgánico formado por pilas de hojas de carbono individuales - ha desconcertado a los investigadores en los últimos años al mostrar signos de debilidad del magnetismo.
La búsqueda de una explicación, no ha estado exenta de polémica, con varios grupos de investigación proponiendo diversas teorías. La propuesta más reciente, publicada el 27 de enero, en la revista EPL (Europhysics Letters), ha sido presentada por un grupo de investigación de la Universidad de Manchester que incluye al científico ganador del premio Nobel, Profesor Sir Andre Geim.
El grupo de investigación, dirigido por la Dra. Irina Grigorieva, encontró que el magnetismo en muchos cristales de grafito disponibles en el mercado, se ha reducido a grupos de tamaño de micrones predominantemente de hierro, que normalmente serían difíciles de encontrar a menos que los instrumentos adecuados se utilicen de una manera particular.
Encontrar la manera de hacer grafito magnético podría ser el primer paso para utilizarlo como un imán bio-compatible para uso en la medicina y la biología como biosensores eficaces.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores en primer lugar, cortaron un pedazo de grafito disponible comercialmente en cuatro secciones y midieron la magnetización de cada pieza. Sorprendentemente, encontraron variaciones importantes en el magnetismo de cada muestra. Era razonable para ellos el concluir que la respuesta magnética tuvo que ser causada por factores externos, como las pequeñas impurezas de otro material.
Para comprobar esta hipótesis, los investigadores miraron profundamente en la estructura de las muestras con un microscopio electrónico de barrido (SEM por sus siglas en inglés) - un microscopio muy potente que muestra imágenes de las muestras mediante su escaneo con un rayo de electrones - y encontraron que había partículas inusualmente pesadas colocadas en lo profundo bajo la superficie.
La mayoría de estas partículas se confirmó que eran de hierro y titanio, utilizando una técnica conocida como microanálisis de rayos X.Como el oxígeno, también estuvo presente, las partículas eran probablemente magnetita o bien titanomagnetite, ambas son magnéticas.
Los investigadores también fueron capaces de deducir cuántas partículas magnéticas se necesitarían y, qué tan separadas tendrían que estar para crear el magnetismo observado originalmente. Las observaciones de sus experimentos fueron acordes con sus estimaciones, es decir, las partículas magnéticas visualizadas podrían dar cuenta de toda la señal magnética en la muestra.
La Dr. Grigorieva, dijo: "El entusiasmo en torno a los resultados de ferromagnetismo en el grafito, es decir, el carbón puro, es debido al hecho de que el magnetismo no se encuentra normalmente en la materia orgánica. Si podemos aprender a crear y controlar magnetismo en los materiales basados ​​en carbono, en especial el grafeno, este será un desarrollo importante para los sensores y la espintrónica."
Dendrímeros.
Estos nanodispositivos ya han sido mencionados con anterioridad en el pertinente apartado.


Cerámicos.
Nitruro de Silicio (Si3N4)
Cuando hablamos de materiales biocompatibles aplicables a implantes en tejido humano, hasta ahora nos referíamos exclusivamente a metales como el titanio o el PEEK, un polímero termoplástico. Pero la compañía Amedica Corporación, afincada en Salt Lake City (Utah), lleva más de veinte años desarrollando Nitruto de Silicio de grado médico capaz de ayudar en la regeneración de nuevo tejido óseo, prevenir infecciones e incluso fusionar distintos materiales en una sola pieza.
Las iniciativas anteriores relativas a extender la vida útil de las prótesis articulares de cadera y rodilla han incluido la utilización de materiales resistentes al desgaste. El proyecto «LifeLongJoints: Silicon nitride coatings for improved implant function» (LIFELONGJOINTS) plantea un objetivo diferente. El mismo consiste en formular un recubrimiento con mayor resistencia al desgaste, que además produzca partículas solubles que afecten menos a los tejidos biológicos circundantes. Las prótesis con recubrimientos de nitruro de silicio resistentes al desgaste utilizados en las superficies e interfaces articulares presentarán mayor resistencia al desgaste.

Gracias al proyecto se dispone de prótesis más robustas y duraderas y disminuyen los casos de pacientes que rechazan los implantes protéticos. LIFELONGJOINT es un proyecto de cinco años que se completará en 2018. Se trata de un consorcio que cuenta con la participación de quince centros de excelencia que forman parte de la comunidad de investigación y tecnológica de Europa.

El proyecto incluye otros objetivos, aparte de la formulación y caracterización de un recubrimiento a base de nitruro de silicio resistente al desgaste para las superficies articulares y no articulares. Estos incluyen desarrollar metodologías avanzadas que permiten realizar simulaciones de las actividades diarias mediante sistemas mecánicos e informáticos, que calculan el desgaste y permiten realizar estudios preclínicos de algunos dispositivos prototipo. Estas últimas pruebas son más completas que las que se utilizan actualmente, en tanto permiten medir la resistencia de los recubrimientos a ciertas actividades como subir escaleras y trastabillar. Las pruebas de laboratorio permitirán también estudiar los efectos del nitruro de silicio sobre las células vivas para comprobar la toxicidad. El recubrimiento de nitruro de silicio también genera menos corrosión que a su vez disminuye las respuestas biológicas adversas.

En el curso del primer año, las entidades asociadas de LIFELONGJOINTS identificaron los parámetros del proceso de depósito en lo que respecta a las propiedades del recubrimiento del nitruro de silicio. Tras esto se realizaron pruebas a las muestras de cromo y cobalto recubiertas con nitruro de silicio. Se trata de pruebas de adhesión, aspereza, dureza, resistencia al desgaste y tribocorrosión. Los científicos investigaron los motivos por los cuales ocurren los rechazos a los implantes protéticos, específicamente la tribocorrosión de las articulaciones cónicas en las prótesis de cadera. Actualmente se trabaja en el desarrollo de simuladores de última generación que imitan a los «ciclos de vida reales» que producen cargas y movimientos adversos.

Los primeros resultados del proyecto son auspiciosos. Se espera que los nuevos recubrimientos conduzcan a mejores respuestas terapéuticas a las artroplastias y más beneficios para los pacientes, así como una mayor calidad de impresión en 3D de las prótesis realizadas con este material.


Compuestos
Cerómeros.
Se pretende hacer una revisión del estado del arte y avances más recientes en el campo de los compuestos poliméricos bioabsorbibles reforzados con cerámicos bioactivos usados como biomateriales, enfocado en las técnicas de procesamiento, principales problemas encontrados durante su fabricación y su potencial de desarrollo.
Los dispositivos médicos bioabsorbibles se utilizan en todos los ámbitos de la salud y muy especialmente en la ortopedia. La versatilidad de estos materiales permite presentar múltiples soluciones confiables que benefician tanto a los pacientes como a los médicos, dentro de estas soluciones se incluyen su capacidad de llevar a cabo funciones secundarias como la liberación controlada de medicamentos, la posibilidad de controlar su velocidad de degradación según su aplicación específica y la encapsulación y posterior liberación de factores de crecimiento para la regeneración de tejidos. Actualmente el uso de compuestos bioabsorbibles - bioactivos para la fijación ósea tiene un amplio campo de acción, entre sus aplicaciones se encuentran los tratamientos de una gran variedad de fracturas como las craneomaxilofaciales, las de la mano, columna, entre otras, además, recientemente su uso se ha expandido a las cirugías reconstructivas y para la fabricación de scaffolds en la ingeniería de tejidos.
Plásticos-Cerámicos
Los desarrollos más recientes en cuanto a los compuestos bioabsorbibles - bioactivos están enfocados en la mejora de las propiedades mecánicas y bioactividad, algunos de estos desarrollos son: el uso de fibras de vidrios de fosfato para fabricar tornillos de PLA reforzados unidireccionalmente. Mejora de las propiedades mecánicas y estabilidad térmica del PLA por medio del entrecruzamiento de las fibras del material a través de tratamiento químico, uso de nanopartículas de biovidrio para reforzar matriz de polímero bioabsorbible, materiales compuestos de PLA-Hidroxiapatita reforzados mediante recubrimientos de fibras de PLLA e hidroxiapatita, uso de fibras de hidroxiapatita para reforzar matriz de PLA, combinación de fosfatos tricálcicos con magnesio como material de relleno en los compuestos de matriz bioabsorbible con el fin de mejorar su actividad biológica, entre muchos otros. El desarrollo de estos estudios ha logrado mejorar las propiedades de estos materiales hasta el punto de incrementar, en algunos casos, el 100% de su resistencia mecánica y mejorar considerablemente su bioactividad.




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