Superficies no Abordables (NFS) (Tercera Generación)

Se refieren a aquellas que resisten la adsorción de proteínas y la adhesión de células. También se refieren como superficies resistentes a proteínas o proteínas sigilosas. Ello tiene máxima importancia en la biorreactividad (trombogenicidad, efectos Vroman y biofilms) del biomaterial. Trombogenicidad es la capacidad de un material para inducir o promover la formación de un trombo. Uno de los objetivos prioritarios en el tratamiento de biomateriales es reducir su trombogenicidad, aunque el ideal es su eliminación: trombogenicidad cero, no trombogénico. Tal efecto debe considerarse como un parámetro dinámico, dado que tasas de trombogenicidad bajas puede pensarse que sean tolerables debido al sistema fibrinolítico y otros sistemas de aclaramiento que eliminan cierto ruido de fondo trombo embólico. El problema reside cuando la tasa de formación de coágulos es lo suficientemente importante como para ocluir los flujos en los dispositivos médicos.

Uno de los principales esfuerzos realizados en el campo de los biomateriales durante los últimos treinta años se ha encaminado a conseguir materiales inertes que no reaccionen con plaquetas y otros factores de coagulación. La estrategia prevalente es la modificación de las superficies. Por suparte, la estrategia más eficaz para evitar la adsorción de proteínas (efecto Vroman) es fabricar superficies lo más hidrofílicas posible; ello mediante la inmovilización química de un polímero hidrofílico (sintético como, por ej., PEG o derivados, o natural como, por ej. albúmina, polisacáridos, bicapas fosfolipídicas o glicoproteínas) sobre la superficie del biomaterial. La adhesión de bacterias es un problema sin resolver. Además de buscar superficies no trombogénicas, que repelan la adsorción de proteínas o la adhesión de células y bacterias, otros objetivos persiguen mejorar las propiedades tribológicas (por ej. mejorar la lubricidad), mejorar la resistencia al desgarro y des laminación o a la corrosión, alterar el transporte de proteínas o modificar las características eléctricas. 

Otra estrategia es la de texturizar la superficie —diseñar la rugosidad o la porosidad— a efectos de controlar la orientación y la cantidad de los componentes de la matriz extracelular o la angiogénesis. Por último y en relación con los denominados biomateriales inteligentes, otra faceta del tratamiento de los biomateriales es la inmovilización de bio-moléculas sobre su superficie. Enzimas, anticuerpos, moléculas de afinidad, receptores y fármacos de todo tipo han sido inmovilizados mediante procedimientos físicos de adsorción (por ej. electrostáticos o de afinidad) y de atrapamiento (por ej. hidrogeles o barreras) o químicos (por ej. acoplamiento covalente de polímeros), con fines diagnósticos o terapéuticos. Las combinaciones híbridas de células vivas y de biomateriales son la base de la ingeniería de tejidos.


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